jueves, 14 de junio de 2012

Euro 2012. Segunda jornada Grupo B


Mi intención era hacer un seguimiento diario de la eurocopa, pero por razones que no vienen al caso, la cobertura será intermitente y según las ganas que tenga de escribir. Aquí comento los dos interesantes partidos del grupo B, el llamado "grupo de la muerte".

En el primero, Portugal se la jugaba. Si perdía estaba eliminada. Salió mejor que Dinamarca, que tuvo el contratiempo de perder a su mejor hombre de la primera jornada, Zimling, por lesión. El desconcierto le afectó bastante y Portugal, aunque fuese solo por empuje, se fue haciendo con el partido. Y llegaron los dos goles. En el primero, Pepe imperial de cabeza en un córner. Y el segundo, anticipación de Postiga a un centro raso de Nani. El que no aparecía por ninguna parte, salvo para perder balones y fallar ocasiones, era Cristiano Ronaldo. Todo lo contrario que sus dos compañeros del Madrid, Pepe y Coentrao, que fueron con diferencia los mejores de Portugal en todo el partido.

Pero la selección lusa empezó a remolonear y en lugar de tratar de rematar el partido ante una debilitada selección danesa, quiso enfangarlo con su habitual defensa de siete. Los cuatro de atrás más el trio de mediocentros que no está terminando de funcionar, especialmente por el bajo nivel ofensivo de Meireles en el campeonato. Arriba tenía a Cristiano y a Nani tratando de cazar alguna, y a Postiga perdido en la indiferencia. En Dinamarca, sin Zimling, Kvist tenía que hacer el trabajo de los dos. Poulsen, el lateral, estaba muy lejos del nivel de su primer partido, al igual que Krohn-Dehli. El que aparecía un poco más es Eriksen, la estrella del Ajax al que todavía se le espera en esta eurocopa. El mejor jugador de Dinamarca fue sin duda Lars Jacobsen, el lateral derecho, que protagonizó todas las jugadas de ataque con peligro de Dinamarca, desgraciadamente poco ayudado por un terrible Rommedahl que pide a gritos la jubilación. El duelo de Jacobsen y Coentrao fue apasionante, ya que ambos tenían que atacarse y defenderse en ambos campos, ante la desaparición de sus compañeros de banda (Cristiano y Rommedahl).

Fue en una impecable jugada de Jacobsen cuando llegó el primer gol de Dinamarca, al borde del descanso. Un quiebro buenísimo, se mete hacia el centro del campo y parece que cuando ya está muy cerrado, encuentra un pase a Jacob Poulsen que se saca un centro tremendo al segundo palo, donde está Krohn-Dehli que, con la cabeza, asiste a un desatendido Bendtner, que remata a placer. Dinamarca se vino arriba con este gol, pero le faltó mayor seguridad en la posesión, más regularidad, para llegar con peligro constante al área portuguesa. Así se fue consumiendo la segunda mitad. Faltaba en los daneses un hombre de banda, ya que Poulsen no estaba bien y Jacobsen parecía a cada minuto más cansado. Krohn-Dehli ya se había venido al centro y Rommedahl no hacía nada. En Portugal, trataban de salir al contraataque, pero su principal enemigo era Cristiano Ronaldo, perdido en jugadas imposibles y en comportamientos egoístas. El segundo gol de Dinamarca llegó con una nueva penetración de Jacobsen, que con un centro larguísimo encontró la cabeza de Bendtner, poniendo las tablas en el marcador.


Entonces, la rácana Portugal volvió a salir al ataque, por obligación y demostró que tenía más que Dinamarca. Es triste que tirase casi todo el partido por esa falta de seguridad, por no querer llevar la iniciativa en ningún momento. Los últimos 10 minutos fueron portugueses, y eso que tuvieron que hacer frente a más errores de Cristiano Ronaldo. E incluso casi les cuesta la victoria, porque en la jugada del gol definitivo, Varela va a rematar al balón y se encuentra delante a Cristiano, por lo que no puede golpear bien. Tiene la suerte de que el balón se le queda muerto y con la pierna derecha fusila la portería. Era el minuto 86 y Portugal seguía viva, pese a que se volvió a echar atrás los últimos cinco minutos y dio alguna opción a Dinamarca.

En el otro partido, Holanda tiró todo el primer tiempo debido a sus enormes problemas de creación. Es un equipo partido en dos. Quienes tienen que unirlos son Van Bommel y De Jong, dos jugadores que en los últimos años se dedican a destruir más que otra cosa. Como siempre, Van Bommel tuvo que terminar el partido con cuatro o cinco amarillas, pero sólo le pitaron una. Y De Jong, pues a lo suyo también. Es un jugador indigno de Holanda. En el banquillo, Van Marwijk deja a Strootman, el hombre con el que jugó casi toda la fase de clasificación, con resultados admirables. Puede que el de PSV no sea un medio de enorme calidad, pero sí tiene mayor criterio que los dos carniceros que parecen inamovibles en esta Eurocopa.

Alemania tiene los mismos problemas que Holanda. Una pareja de mediocentros demasiado plana y previsible, pero que al menos sí que dan cierto equilibrio. En general, Alemania es un equipo mejor construido. Además, tiene un descorchador ejemplar como Mario Gómez, que metió dos goles para resolver el partido, pero que además se fajó con un esfuerzo físico descomunal, bajando a defender hasta su propia área en jugadas de transición y moviéndose de banda a banda para acompañar los ataques. Impresionante. De no existir el gran Zlatan Ibrahimovic, estaríamos hablando del gran delantero del año. Pero habrá que ver hasta dónde puede llegar Alemania para saber si Super Mario puede ser candidato al balón de oro.

Con dos a cero, Alemania se dedicó a administrar. Y en esas labores tiene a uno de los mejores, Bastian Schweinsteiger, que si bien resta cuando su equipo tiene que ir a por la victoria ante una defensa bien cerrada (Portugal), suma cuando hay que cerrar los partidos, a base de comerse todo el centro del campo y de soltar pases milimétricos de un lado a otro del terreno del juego. El ritmo del partido lo marcó Schweinsteiger, pero su despliegue no tuvo respuesta en el resto de compañeros. Ni Podolski, ni Müller ni Özil están al nivel del mundial. Sí, se ofrecen mucho y no evitan responsabilidades, pero les falta condición física. Temporadas muy largas para ellos. Özil desbordado en el Real Madrid, al igual que muchos de sus compañeros (solo hace falta ver cómo están Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo). Müller, entre lesiones, terminó jugando dos finales y disputando la Bundesliga casi hasta la última jornada. Y Podolski vivió el drama del descenso con el Colonia. Es una pena que Löw no pruebe todo lo que tiene en el banquillo. Con dos a cero hubiera sido el momento de darle la oportunidad a los Gotze, Reus o Schürrle, pero entraron los más previsibles Kroos y Bender. El primero por Schweinsteiger, que dio una exhibición en la segunda parte, pese a jugar con molestias.


Mención aparte merece el que está siendo uno de los jugadores del torneo, sino el mejor. Mats Hummels es ese central superclase que mejora todo lo conocido hasta ahora. Tiene una enorme calidad técnica, velocidad de delantero y contundencia física de los mejores centrales. Es una demostración de superioridad cada vez que toca el balón. Lo único comparable es el Javi Martínez de sus mejores momentos, como aquel Europeo sub-21 del año pasado en el que parecía que podía ganar solo los partidos. Hummels hace lo que quiere, y tienes la sensación de que podría hacer más de no respetar los modos del fútbol. Pero él construye todas las jugadas de Alemania siempre que recibe.

Pero el poderío y la constancia de Alemania encontró respuesta en la electricidad de Holanda en el segundo tiempo. Van Marwijk dio entrada a Van der Vaart y a Huntelaar por Van Bommel y Afellay en el descanso. Perdió posesión de balón (que había sido inútil en la primera parte) y ganó verticalidad. Pero el juego holandés tiene nombre y apellidos: Wesley Sneijder, ahora mismo el mejor mediocentro del mundo con Andrea Pirlo, que se pasó un año de vacaciones en el Inter, marginado por Gasperini y Ranieri. Sneijder supremo conseguía tirar de una Holanda deficitaria en construcción de juego. Dio toda una lección de pases, de apertura de juego desde la banda izquierda. Todas las ocasiones claras de Holanda fueron por pase o remate de Sneijder. En la jugada del gol, sin embargo, un pase de Sneijder que rompe la presión en el centro del campo alemán, llega a un Van Persie de espaldas al defensa. Con un gran movimiento, Van Persie se gira y en carrera remata desde fuera del área con la diestra. Un golazo del delantero del Arsenal, que hasta el momento estaba impetuoso, pero poco determinante. Mejor, de todas formas, que sus compañeros de ataque Huntelaar y Robben, que terminó siendo sustituido por Dirk Kuyt.

Holanda lo intentó, pero Alemania tenía las cosas demasiado claras. Muy bien asentada en el campo frente al caos orange, que sólo tiraba de un Sneijder superior, pero insuficiente. Pese a la derrota, Holanda todavía tiene opciones de clasificación si gana a Portugal y Alemania hace lo propio con Dinamarca. Los germanos tienen la clasificación en la mano, e incluso perdiendo pueden pasar como primeros de grupo. Lo que veo más lógico es un empate de alemanes y daneses que les daría la clasificación a ambos, ya que no creo que Portugal gane a Holanda.

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