miércoles, 7 de marzo de 2012

Victoria inesperada de Gianni Meersman


 Al final de la temporada pasada, el histórico equipo Lotto se vio fuertemente golpeado por dos motivos. El primero, que perdía a su mayor patrocinador, Omega Pharma. La empresa farmacéutica pasaba a anunciarse en el maillot del equipo rival, el Quick Step. Y el segundo, la marcha de su máxima estrella y principal razón de ser, Philippe Gilbert, que tras tres años de éxitos con los belgas (dos Giros de Lombardia, dos Amstel Gold Race, una Lieja-Bastoña-Lieja, liderato del Tour, victoria global en el circuito mundial...) se iba al superequipo suizo BMC. El Lotto, cuya tradición había sido siempre la disputa de las clásicas belgas pasaba ahora a ser un equipo cuya máxima aspiración era conseguir una buena clasificación en la general de las grandes vueltas con su otra estrella, Jurgen Van den Broeck, además de los buenos resultados que siempre consigue un llegador tan fiable como Greipel. Pero cualquier buena expectativa sería incapaz de soñar con las dieciséis victorias individuales que cosechó en 2011 Gilbert.

Sin Van den Broeck (VdB) ni Greipel, esta París-Niza se avecinaba nefasta para Lotto. Bien es cierto que venían sin presión, puesto que el sprinter alemán ya ha cosechado cinco victorias en lo que llevamos de campaña (tres en Tour Down Under y dos en Omán), y el equipo había cosechado una buena actuación en el Tour del Algarve, con un cuarto puesto de VdB y una victoria del protagonista de este post, Gianni Meersman. Una victoria transforma cualquier carrera en felicidad, y seguramente para el Lotto pocas carreras este año serán tan felices en este 2012, puesto que ya tienen en su bolsillo una victoria en una carrera del circuito mundial, celebrada en Europa, que es donde se mide la auténtica valía de los equipos. Ayer, Meersman ya fue tercero en un final dificilísimo, por delante de corredores como Luis León Sánchez o Eros Capecchi.

Hoy la etapa aparentemente no era tan difícil, pero de nuevo se corrió a un ritmo muy alto en sus últimos 20 kilómetros. Antes, un grupo con muy buenos corredores como Pierrick Fédrigo o Jean-Christophe Peraud, el prometedor Leigh Howard de GreenEdge, el belga de Lotto de Clerq y el español Luis Ángel Mate, que consiguió hacerse con el liderato de la montaña, gracias a coronar en primera posición los pequeños puertos que se subieron a lo largo de la jornada.

En el pelotón Sky ponía marcheta, pero como la diferencia se fue a los cinco minutos, empezó a entrar Rabobank, en un movimiento que nadie entendió, ya que el final parecía demasiado duro para Renshaw y demasiado blando para Luis León Sánchez. Fue, en cierta manera, el clásico movimiento de equipo que no sabe cuál es su lugar en la carrera, toda vez que perdió sus opciones para la general en la segunda etapa, por no estar atento al corte bueno. Cuando el pelotón tuvo a tiro de piedra a los escapados, se desató una extraña batalla por coger la cabeza. Así los equipos en bloque trataban de llevar a sus líderes a lo más alto del pelotón. Quick Step, Sky, Movistar, Rabobank o Astana se prestaron a ese juego, a más de diez kilómetros de meta. Quién sabe si fue para ensayar, pero allí muchos equipos perdieron efectivos y fuerzas que les hubieran venido bien al final. A falta de 15 para el final, coronando la cota de Aubert les Crès atacó Thomas de Gendt (Vacansoleil), un corredor que venía a disputar la general, tras su brillante actuación el año pasado (victoria de etapa y dos días líder), pero que al igual que muchos otros, sus opciones se evaporaron el segundo día al escapársele el corte bueno en un abanico. Su intención era conseguir los puntos para la clasificación de la montaña, pero una vez coronado decidió seguir adelante con su ataque. Su aventura duró apenas 5 kilómetros, ya que de nuevo las maniobras agresivas del pelotón, sin mucha explicación, redujeron drásticamente las diferencias.

La entrada en Rodez era bastante complicada, llena de rotondas enrevesadas. En una, José Iván Gutiérrez hizo una excursión por una isleta, y allí se pudo ir la temporada de Valverde, que maniobró muy bien para mantenerse sobre la carretera. A falta de seis, en un giro de izquierdas, se iba al suelo Simon Gerrans, perdiendo todas las opciones de cara a la llegada. Mala suerte de nuevo para GreenEdge, que sin embargo se puede consolar con la victoria en la intrascendente contrarreloj por equipos de la Tirreno-Adriático, consiguiendo además para su estrella Matthew Goss el jersey de líder.

A falta de dos kilómetros, el libro de ruta marcaba una cota de medio kilómetro al 8% de desnivel, pero realmente de cota tenía poco y más bien se trataba de la empinada entrada a Rodez, por una carretera muy buena. Allí lanzó un extraño ataque Andreas Kloden. Rara vez se ha visto atacar al alemán, pero quizás su llegada al equipo de los hermanos Schleck hace que tenga que reivindicarse sea como sea. Saltó con mucha fuerza y entró con ventaja al último kilómetro, que también era en subida, lo que hizo que el pelotón rodase mucho más rápido. El Lampre cogió la cabeza y a un lado tenía a Valverde muy bien colocado y por el otro a Xavier Florencio del Katusha recuperando posiciones a muy buena velocidad. Un estrechamiento de la carretera en las últimas curvas dificultó la llegada, retrasando a Valverde. El trabajo del Lampre funcionó bien y Grega Bole llegaba con ventaja al final. Sus rivales parecían Lieuwe Westra y Xavier Florencio, pero el final picaba hacia arriba y pese a que lanzaron el sprint a una distancia muy cerca de meta, se les hizo largo. Por detrás de ellos emergió con fuerza Gianni Meersman, que venció con autoridad. Con tanta que, al revés de lo que le pasó a Boonen en la segunda jornada y a Valverde ayer, el belga pudo alzar los brazos antes de rebasar la línea de llegada.

Segunda victoria para Meersman este año. Un corredor que se pasó cuatro años de absoluta oscuridad en el FDJ, donde solo consiguió dos victorias, todas en el circuito europeo, y no precisamente en las carreras más reconocidas. Con 27 años pasa a un equipo ProTour (el FDJ había dejado de serlo en 2011) y en un mes consigue lo mismo que en sus cuatro años anteriores. Está claro que la necesidad ayuda, y el Lotto está más necesitado que nunca. Meersman es un corredor en progresión y habrá que estar atento a lo que hace este año. Es curioso que su curva de progresión sea similar a la de Gilbert, que también corrió para el FDJ (durante siete temporadas), mejorando año a año sus prestaciones, hasta pasar al Lotto, donde vivió su gran explosión como ciclista. Obviamente, los logros de Meersman son mucho menores, pero está claro que seguiremos oyendo hablar de él.

Nada cambia en la general, salvo unos pocos segundos que consiguió rascar Westra en la general, gracias a su tercera posición. Mañana día decisivo en Mende. Tres puertos de primera sin prácticamente superar nunca los mil metros de altitud. Esto es, alta velocidad, nerviosismo, alternativas y final espectacular. De nuevo, Valverde, Gerrans, Cunego, Capecchi o Roche, favoritos a la victoria.

1 comentario:

  1. Enorabuena por el blog en general y en especial por los análisis tan detallados que haces de las carreras ciclistas y todo lo que lo rodea... Espero impaciente tu análisis de la París-Niza y la Tirreno-Adriático. Sino ya me dirás en que medio puedo leer algo decente porque yo no lo conozco. En mi opinión en la T-A me alegro de la victoria de Nibali xq lo de Horner es vomitivo... Saludos!

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