lunes, 5 de marzo de 2012

Viento y lluvia camino de Orléans



Decía ayer que la etapa de hoy sería probablemente la única llegada masiva en esta carrera. Se avecinaba una etapa lenta, con una escapada débil de ciclistas franceses y un sprint controlado por los mejores equipos del pelotón. Pero sin Cavendish, Greipel, Goss y otros grandes velocistas en la prueba, es más difícil organizar un pelotón. Y cuando se disputa una etapa a tan poca altura, siempre aparece el peligro del viento. Y efectivamente, a la mínima que hubo un intento por provocar un corte en el pelotón, este se desgajó y no se volvió a unir. La carrera rota en el primer día. Por delante, un bloque importante del mejor equipo de este inicio de campaña, el Omega Pharma Quick Step, con el ídolo local Chavanel, Tom Boonen y uno de los máximos favoritos de cara a la general, Levi Leipheimer. Por el Sky, Wiggins, que a la postre sería el nuevo líder, y Geraint Thomas. De BMC dos jóvenes y prometedores rodadores, Taylor Phinney y, sobre todo, Tejay Van Garderen. Katusha tenía también a dos, Ángel Vicioso y Simon Spilak, que ahora se mete de lleno en la general. De perfil similar eran los dos representantes de Astana: Gavazzi para una eventual llegada al sprint y Robert Kiserlovski con aspiraciones de hacer algo en la general. Y de Garmin, el alemán Andreas Klier y el belga Sep Vanmarcke, quizás soñando con derrotar a Boonen de nuevo. El grupo lo completaban Monfort de un derrotado Radioshack, Degenkolb del Project 1t4i, con claras opciones de victoria; Lieuwe Westra del Vacansoleil; y dos franceses, Ravard del Ag2r y Jeannesson de FDJ. La representación española, amén de Vicioso, estaba formada por dos corredores de Movistar, Alejandro Valverde y José Joaquín Rojas, al igual que el caso de Omega Pharma, Astana o Katusha, un perfil muy claro: un hombre para la general y otro para la etapa.

El grupo pronto cogió una importante ventaja de dos minutos y veinte segundos que se mantendría a lo largo de toda la etapa. Los favoritos que no estaban delante quedan descartados para la general. Basso, Kloden, Menchov, Tony Martin, Nicolas Roche, Jerome Coppel, Rein Taaramae o Simon Gerrans quedan fuera de combate. Muy mal para los equipos franceses, que no pudieron estar delante. Y lo mismo para dos super equipos como Radioshack y GreenEdge. Ambos llegan a París-Niza con victorias (el primero gracias a Cancellara en la Strade Bianche y el segundo con la general de Tour Down Under), pero queda en mal lugar su propia estrategia.

La etapa no tuvo mucha más miga ni varaciones. Se estaba corriendo a muchísima velocidad. Cuarenta y dos kilómetros de media para un inicio de temporada es bastante y más para una vuelta por etapas. Además, primero el viento y luego la lluvia hicieron durísimo el recorrido, que transcurrió por las bellas carreteras comarcales francesas. Sin público por el mal tiempo, pero con un encanto difícil de igualar. Sorprendió que en el grupo de delante ningún corredor intentase un corte o un ataque cerca de meta. Solo Westra a tres de meta, pero fue fácilmente neutralizado por Chavanel. Con lo dura que estaba siendo la etapa, un buen ataque podía dar la victoria en un grupo con demasiados jefes de filas, demasiados sprinters y no muchos trabajadores. Los franceses o el dúo del Katusha deberían haber intentado algo.

Así se llegó al sprint. El gran favorito era Boonen, que ya ha tenido varias victorias este año. Sus principales rivales eran Degenkolb y Rojas. El primero ya sabe lo que es ganar en competiciones ProTour, con dos etapas en Dauphiné; y Rojas es especialista en quedar segundo, pero yendo a rueda todo el día y en un grupo pequeño podía tener sus opciones. Gavazzi y Vicioso eran otras opciones. Y por resistencia y calidad, acompañada de una buena punta de velocidad, tampoco se podía descartar a Geraint Thomas y a Sep Vanmarcke, que como ya señalaba anteriormente, había ganado a Boonen hace poco más de una semana en un final muy favorable para el corredor de Omega Pharma.

Dentro del último kilómetro, una glorieta complicada permitió a Vanmarcke lograr una pequeña ventaja. Sin embargo, Ravard salió a su rueda llevando al grupo. De este emergió Maes, el gregario de Boonen, que llevaba a su jefe pegado a su rueda. El sprint iba a ser franco en la recta de meta. Boonen no se quiso precipitar como le ocurrió en Gante contra Vanmarcke, así que el primero en lanzar el sprint fue Degenkolb. Pero Boonen estuvo atento y sin ir a su rueda, le adelantó sin problemas y se adjudicó la victoria. Segundo fue Rojas, que sobrepasó a Degenkolb siguiendo la línea de Boonen, aún sin inquietarlo en ningún momento. Tercero fue el alemán. Cuarto Vanmarcke y quinto Gavazzi.

En la general, Wiggins pasa a ser el nuevo líder. Además de ser el mejor colocado en la general, consiguió unos segundos de bonificación en el paso intermedio. Así pues, segundo es Leipheimer a seis segundos. Después Boonen, que no cuenta para la general, y luego Van Garderen, Chavanel y Monfort, entre los 10 y 20 segundos de retraso. Aún sin ser tan favoritos como Wiggins y Leipheimer, son favoritos al podio. El francés Chavanel tendrá el handicap de tener por delante a un compañero, pero estando en casa seguramente intente algo. Más lejos, aunque con claras opciones de victoria final, está Alejandro Valverde. Situado a 30 segundos de Wiggins cuenta con la ventaja de las bonificaciones en meta. Teniendo en cuenta que ahora tiene tres etapas que le pueden ser muy favorables, sus opciones son claras. Su problema será la cronoescalada del último día.

Así, a pesar de que muchos favoritos han quedado descartados, nos encontramos aún con varios corredores con opciones de ganar la París-Niza. La mayoría quizás no puedan hacer mucho más allá de esperar la cronoescalada final a Eze, o en el caso de Valverde jugárselo en los difíciles finales que tendrá de aquí al domingo, pero también habrá que estar atento a las apuestas que puedan hacer Monfort, Kiserlovski y Spilak, dos corredores de gran nivel, pero que en las grandes ocasiones les ha faltado un poco de personalidad. Están ante su gran oportunidad. Lo mismo para el francés Jeanesson, que ante el más que probable papel como gregario de Chavanel, es la única esperanza que les queda a los franceses de conseguir una buena plaza en la general.

2 comentarios:

  1. Muy buena crónica y tienes toda la razón respecto al artículo de El Pais. Pero ten en cuenta que se trata de prensa generalista y está enfocada a lectores que saben en principio poco de ciclismo: vamos, que si no ponen a Valverde en el titular no lo leen. Frente a esta prensa tradicional están los blogs, que permiten mucha más especialización como el tuyo. Por cierto, comienzo a seguirte, que si es por las noticias que salen en prensa de ciclismo no me entero de nada.
    Y ya metidos en el tema, ¿esperar alguna sorpresa en la llegada de hoy?

    ResponderEliminar
  2. Gracias por comentar. Eres la primera, así que gracias dobles.

    Supongo que lo de Arribas es como dices, pero quise señalarlo por lo ridículo de que Valverde apenas hizo nada en la etapa (bueno, se metió en el corte bueno, que no es poco). No sé, yo hubiera hablado de Rojas y su segundo puesto tras el intratable Boonen. Pero en fin, que Arribas deja claro que tiene una relación de amistad con Valverde y no sale de ahí.

    Para mi, el gran favorito hoy es Valverde, aunque a ver cómo es el puerto final y qué corredores aguantan. Ayer Wiggins demostró que venía a meterse en todos los sprints.

    ResponderEliminar